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El senador Eduardo Lorier explicó las propuestas y la visión de la 1001

Eduardo Lorier Senador Uruguay
Eduardo Lorier - Senador y Secretario Gral. del PCU

El senador y secretario general del PCU, Eduardo Lorier, dialogó con EL POPULAR, durante su gira por el norte y el litoral, en el marco de la campaña de la Lista 1001 hacia el 27 de mayo. Lorier explicó la visión de la 1001 sobre la situación actual, las propuestas para el Frente Amplio y las razones para respaldar a Juan Castillo.


- ¿A su entender cuál es el centro político de lo que está en juego este 27 de mayo?

- La clave está en entender que el 27 de mayo está en juego un proyecto de país, que
nosotros hemos denominado productivo, con justicia social y participación popular. Está en juego ni más ni menos que eso. No estamos dramatizando, estamos viendo la cancha en su conjunto, con una derecha política, empresarial, mediática, cada vez más agresiva y a la ofensiva contra el proyecto alternativo nuestro. Si nosotros votamos mal, si no llegamos a tener una votación que se acerque a la anterior, va a envalentonarse la derecha, ya nos imaginamos los titulares de los cráneos de los grandes medios. Van a intentar presentar la idea de un Frente Amplio y su gobierno aislado.
Por supuesto que no será cierto, pero será lo que van a instalar. Tenemos que ver estas elecciones en la cancha grande, situarlas en el momento que estamos viviendo. Hasta el presidente de la República pierde la paciencia y dice: Con estos que vamos a hablar de política de Estado, estos lo único que quieren es sentarse en este sillón. Yo no se si agregarle, por fin se dio cuenta, pero es una reflexión del presidente.
El 27 es un hecho político muy importante, si no lo resolvemos bien, comenzaremos mal un período político muy importante, que es el preelectoral hacia el 2014. Por supuesto que nada termina el 27 de mayo, pero si no se logra una buena votación, es comenzar con un gol en contra, es comenzar con el otro equipo en la cancha nuestra y nosotros arrinconados. De esto no tenemos dudas y además sería un impacto en el estado de ánimo de nuestra gente.
Tenemos que defender nuestro proyecto, tenemos que votar bien el 27 y en el 2013 recorrer con el FA, pueblo a pueblo, para nutrirse desde lo popular organizado y también desde lo no organizado, para conformar el Programa de gobierno del próximo quinquenio.
Por eso reiteramos que el 27 de mayo es la prioridad número 1 para llenar las urnas de votos para enfrentar el bloque que defiende los intereses oligárquicos. En ese contexto, donde miramos el 27 de mayo, con una oposición cada día más desbocada, cada día más desesperada, quizás porque los números no les dan.
Es muy importante salir reforzados para encarar el 2013 y el 2014.

«Una nueva etapa del FA»


- ¿Qué propuestas tiene la 1001 para el Frente Amplio en tanto fuerza política?

- El Frente Amplio necesita comenzar una nueva etapa. Estamos usando una figura, la del árbol que tiene varias ramas y hojas que se le han ido marchitando porque hay un problema con las raíces nutricias que no están llegando como corresponde a lo popular organizado y lo popular no organizado, que son los miles de vecinos que en cualquier lugar de este país viven y sufren esta sociedad capitalista en la que estamos. Cuando la fuerza política se encierra demasiado en Colonia y Ejido, comienzan a aparecer signos de burocratización, cuando el mismo presidente Mujica nos insta a los legisladores a salir más hacia el país. Tenemos el problema de esas raíces que nos conectan a la savia más viva de lo popular. Esos son los síntomas que observamos en el árbol. Es el momento de revitalizar esas raíces, renovar las conexiones con esas masas que nos han dado su voto y nos han permitido llegar al gobierno, para que construyan en este gobierno la realidad nueva y al mismo tiempo construyan el programa del próximo y lo sientan propio.
Esa nueva etapa debe comenzar fuertemente el 27 de mayo ya mirando hacia el Frente Amplio, ese fenómeno universal uruguayo de unidad de las izquierdas, envidia de las izquierdas mundiales que en muchos casos no están unidas como aquí, pero que tiene estas dificultades que hay que superar.

Las garantías que da Juan

- El 27 se elige, entre otras cosas, al presidente del Frente Amplio, en el marco de su respuesta anterior, ¿por qué Juan Castillo?

- Para la presidencia del Frente Amplio tenemos cuatro candidatos después de haber nosotros buscado afanosamente hasta el último momento el candidato de consenso. Tan lejos no estuvimos porque Javier Miranda fue una posibilidad cierta, no utópica, que no cuajó por razones de índole personal, porque ni él ni su familia estuvieron de acuerdo.
Como eso no se logró, valoramos mucho la posibilidad de Juan Castillo como candidato, en particular por su importancia en el PIT-CNT.
Definimos que fuera Juan valorando que aquí se necesitan antecedentes prácticos concretos de capacidad para sacar adelante una fuerza, cualquiera ella sea. Juan los tiene porque ha encabezado a la fuerza social más importante y dinámica del Uruguay que pasó de sus anémicos 120 mil adherentes en el 2006 a sus 330 mil adherentes en estos días. Eso no es moco de pavo ni es tarea sencilla. Por supuesto que reconocemos que las leyes laborales y la acción de los gobiernos de izquierda han colaborado con el crecimiento de la organización sindical, pero el papel de quiénes encabezan el proceso para organizar y movilizar, ha sido fundamental y Juan ha estado ahí. Hay una capacidad demostrada de que la organización que se dirige se potencia y la posibilidad real de hacer lo mismo en el Frente Amplio.
Otra cosa tiene que ver con algo que se menciona poco en la campaña electoral. Así como la unidad que se expresa en un programa y una estrategia común está en el ADN frenteamplista, también tiene que estar en el ADN frenteamplista el trabajo en equipo.
En todos lados estamos decidiendo que necesitamos a los Suárez y los Forlán que la metan adentro, pero los Suárez y los Forlán, sin el resto del equipo no pueden.
Es estratégico entonces que se concrete una idea de esta 1001, que le planteamos a Brovetto en el momento que no se pudo elegir un nuevo presidente y él tuvo que continuar, elegir vicepresidentes.
Sea Juan o sea cualquiera la compañera o el compañero que sea electo, es imposible que aborde solo o sola la enormidad de tareas que esta nueva etapa requerirá para la presidencia del FA.
Esos vicepresidentes serán parte de un equipo que no será fácil de conformar en una sociedad que nos llena de individualismo. También en esto Juan da garantías de conciencia y de capacidad práctica para trabajar en equipo.
Lo ha demostrado en el PIT-CNT, no es casualidad que referentes sindicales de todos los partidos e independientes, más allá de que no voten la 1001, van a votar a Juan. Lo acompañan porque han trabajado en común con Juan, con unidad y con trabajo en equipo. Es otra cosa nada teórica, bien concreta.
Recorriendo el interior del país, estamos más que convencidos, que es necesario que un vicepresidente tenga como tarea el contacto con las departamentales del FA. Preguntamos en cada departamento ¿cuántas veces se han reunido los presidentes de las departamentales con el Presidente del FA? Para incorporar experiencias, para discutir política, para limar diferencias en lugares donde equivocamos donde estaba el enemigo y nos costó intendencias.
Allí están los desafíos, para el crecimiento, consolidación organizativa y reverdecimiento del FA que tiene que encarar la próxima presidencia y para eso Juan tiene probadas aptitudes.
La candidatura de Juan no es sólo del PCU, es del FIDEL, del Partido por la Seguridad Social, de la Lista 800, de Cristianos por los Cambios, de la lista 3040 de los compañeros que vinieron del Partido Nacional y también es de todas las personalidades que lo respaldan como Lilián Abracinskas, Eduardo Platero, Jorge Mazzarovich, Ruben Yáñez, Gerardo Bleier, Jorge Notaro, Julio Toyos, Hugo Villar, Alberto Grille. Otras compañeras y compañeros que estuvieron en el lanzamiento como Víctor Rossi, Fernando Pereira o el propio dirigente sindical Edgardo Oyenart.

El voto por la 1001

-Hay 19 listas para el Plenario Nacional del FA, ¿Cuáles son las razones centrales por las que los frenteamplistas deberían votar la 1001?

-La 1001 es aquella fuerza que ha estado en todas las cosas que han pasado. Por señalar solo algunas, en el Plan de Emergencia, que abordó el gran drama que teníamos los uruguayos con 150 mil niños que no comían todos los días y de 600 mil que quedaron sumergidos por debajo de la línea de la pobreza con carencias de todo tipo.
Una situación de fractura social que hizo florecer como hongos los asentamientos en este país. También el conjunto de las leyes sociales y sindicales que han ido jalonando la recuperación del salario real, como la de Libertades Sindicales, de Negociación Colectiva y de Consejos de Salarios. En conjunto con el gobierno del Frente Amplio, pero empujando y acelerando la voluntad de nuestro gobierno. En la reforma de la salud batalla que continúa. La 1001 como puntal de la defensa de las empresas públicas, por ejemplo Ancap y Antel, que las quisieron privatizar. Empresas públicas que hoy están liderando proyectos de desarrollo productivo no solo de sus áreas específicas sino también abarcando la sociedad toda. Ahora estamos llegando a Bella Unión y aquí está Alur, una industria que estaba liquidada y que hoy produce azúcar, biocombustibles, alimento para el ganado, con el apoyo de venezolanos y cubanos. Que además ha logrado, no sin dificultades, conectarse con los pequeños y medianos productores y también con los peludos, que han recuperado la esperanza. Podríamos seguir hablando de Ancap y de Antel y de otras empresas públicas que son defendidas permanentemente con la 1001.
Como decimos en nuestra campaña, hay cosas que pasaron, y muy importantes, hay cosas que deben pasar para que este proceso se consolide y se profundice, estas dos dimensiones van juntas. Allí la importancia de cambiar la matriz productiva del Uruguay, de evitar que Uruguay se transforme en una estancia, cómo querían los neoliberales.
Ellos querían y quieren que Uruguay sea una plaza financiera, con turismo y productora de soja, carne, madera y algunos rubros más como arroz. La 1001 quiere una industrialización con un papel central de las empresas públicas.
No en una visión cerrada o estatista, también con la capacidad, como en el caso de Ancap de asociarse a empresas privadas, nacionales o extranjeras, pero en función de un proyecto productivo nacional. Ancap con sus emprendimientos productivos, con sus inversiones y con la relación con Venezuela, en el fondo es el único banco de desarrollo real que tiene el Uruguay.
Nunca olvidarnos que hay 800 mil uruguayos que ganan menos de 10 mil pesos; aquí en el interior hay muchos que nos han dicho: «Mire Lorier, eso de los 10 mil pesos es bastante relativo, aquí no pasa de 5 o 6 mil pesos lo que se gana». Allí también está el porqué de votar la 1001 en estas elecciones.
Por su compromiso y sus propuestas para redistribuir la riqueza. Hoy se están generando más de 1.300 millones de dólares en esa soja que llena los barcos en Nueva Palmira. Barcos que después se irán a China con ninguna industrialización intermedia. Esos 1.300 millones de dólares que se apropian los grandes capitalistas, argentinos sobre todo, no se distribuyen bien, porque tenemos sueldos rurales de apenas 4 mil pesos y derechos de los trabajadores, que a pesar de ser ley, no se están cumpliendo, como las horas extras.
Ayer nos reunimos a primera hora con los trabajadores de la naranja ganando apenas 8 mil pesos si logran trabajar los seis días, cosa que es muy difícil, con tres horas de viaje en ómnibus, con problemas de salud, con falta de derechos de todo tipo en materia de seguridad. Allí está la 1001 impulsando su organización para que las cosas pasen.
Una 1001 que dice que hay que parar la extranjerización de la tierra, con una Ley que se tiene que votar. Es una preocupación compartida por el presidente de la República que creó una comisión integrada en aquel momento por Agazzi, Rubio y Saravia, luego Yerú Pardiñas, que todavía no ha concretado el proyecto de ley. Se debe avanzar en esto, Argentina y Brasil ya lo han hecho, y tenemos que parar la apropiación privada y extranjera del principal recurso que tiene el Uruguay. Lo mismo ocurre con los recursos hídricos y el agua en general.
Una 1001 que quiere que se vote la despenalización del aborto y ya. Una 1001 que fue puntal y con mucha fuerza en el proceso que llevó a la anulación de los efectos jurídicos de la Ley de Caducidad y en un sentido más general en la lucha contra la impunidad.
Una 1001 que dice que estamos preocupados y somos partidarios, como no, de enfrentar el problema de la inseguridad, pero en el marco de este proyecto de país y en el marco de este enfrentamiento con la derecha. Queremos atender las causas de estos problemas, causas profundas y reales, por supuesto que tenemos que resolver lo inmediato, pero también tenemos que decir que lo inmediato no tendrá solución sin atacar y fuerte las causas profundas.
Pero en esto de las muertes, que nos duelen todas, les preguntábamos a los periodistas si se habían enterado que el viernes pasado murió un obrero de la construcción arrollado por un camión en el puerto, mientras trabajaba, que también tenía hijos, como tantos obreros que mueren o quedan incapacitados. Eso no es noticia eso no tiene cámara.
Una 1001 que defiende la integración regional, como proyecto estratégico, más allá de las dificultades, no nos olvidemos de nuestra pequeña epopeya partidaria cuando supimos frenar el TLC con EEUU, hoy que la derecha vuelve a plantearlo y reclamarlo. Compartimos con nuestro presidente Mujica y con nuestro gobierno la defensa de la visión estratégica de un Mercosur económico, productivo, social y cultural, de interrelación de las empresas estatales y privadas. Para enfrentar la crisis estructural del capitalismo que marcará por mucho tiempo el futuro de una Europa con profundas crisis sociales y políticas, al igual que EEUU.
Es la 1001 que quiere un FA revitalizado, con raíces profundas en la gente y en el pueblo, haciendo política y enfrentando a la derecha. Abierto a discutir y hacer, a debatir y a luchar.
Por eso vamos por una gran votación el 27 de mayo, para comenzar una nueva etapa del Frente Amplio defendiendo el proyecto de país de la izquierda; con Juan Castillo para que lo revitalice en su relación en el pueblo y en su capacidad organizativa y de movilización y síntesis política y con una 1001 que valora las cosas que pasaron, que señala y lucha por las que aún deben pasar y garantiza que las cosas pasen.

Por GM

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