«Es la economía estúpido», le dijo Bill Clinton a George Bush padre en 1992 y luego el asesor de campaña demócrata, James Craville, transformó la frase en victorioso eslogan de campaña para conquistar la Casa Blanca.
Hoy, con la Casa Blanca en serios aprietos, ese lema se transforma en un búmeran político contra Barak Obama y ese efecto se hace extensivo a toda la clase conservadora dirigente en EEUU y Europa, que no tiene respuestas ante la crisis, no atina a definirla y apuesta a salidas que ya han demostrado que sólo llevan a mayor crisis. Ahora, parafraseando a Clinton, se les podría y se les debería decir: «Es el capitalismo, estúpidos».
EEUU, con una deuda de 14 billones de dólares sólo atina a endeudarse más, recortar beneficios sociales, mercantilizar más (¿es eso posible?) su sistema de salud y empeorar todos los índices sociales para garantizar los beneficios y la rentabilidad de los bancos. Los mismos bancos que fueron los que provocaron esta crisis con gigantescas maniobras de fraude y estafa. Además de las respuestas económicamente suicidas, aflora el cinismo y el desprecio por cualquier norma y por el resto de la humanidad.
Alan Greenspan, otrora todopoderoso presidente de la Reserva Federal, el Banco Central privado que tiene EEUU, dijo con total desparpajo: «Estados Unidos puede pagar cualquier deuda que tenga, porque siempre puede imprimir dinero para hacerlo».
Le faltó decir que también puede provocar guerras, buscando asegurar las ganancias del complejo militar-industrial, al que no alcanzó el mentado ajuste. O incluso provocar crisis sanitarias para movilizar el complejo farmacéutico. Son dos de los pocos motores que le quedan para una economía enferma, altamente subvencionada e ineficiente, además de corrupta y fraudulenta.
En Europa la situación es similar. Para no extendernos, alcanza con transcribir la definición de un experto en economía de la BBC, Will Hutton, que ha calificado la receta aplicada a Grecia de la siguiente manera: «el precio de la mayor intervención de la historia del FMI incluye el despido de una quinta parte de la fuerza laboral del sector público de Grecia, una drástica subida de los impuestos y el programa de privatización más grande y más rápido, en relación a la producción nacional, que se haya hecho jamás».
En Europa hay una diferencia con EEUU; es la respuesta, con matices, con niveles diferentes, de masas movilizadas que rechazan estos ajustes. El doloroso tránsito que están viviendo los pueblos europeos exige, además de la movilización, construcción de alternativas políticas unitarias.

La respuesta del FA

El gobierno del Frente Amplio en Uruguay ha señalado públicamente que en nuestro país no se seguirá el camino de EEUU y Europa, recomendado por el FMI y el Banco Mundial. El Ministro de Economía y Finanzas, Fernando Lorenzo, lo dijo en una reciente entrevista con EL POPULAR (N° 149 del 29 de julio): «En Uruguay no habrá ajuste» y «a diferencia de Europa vamos a evitar que la crisis golpee a los trabajadores», garantizando además «la ejecución de los principales programas sociales y su fortalecimiento si es necesario».
En el mismo sentido se pronunció el presidente de la República, José Mujica: «No vamos tener una crisis como la de 2002, que quede claro».
El vicepresidente de la República, Danilo Astori, no dudó en calificar a la crisis internacional como «la mayor crisis del capitalismo que se recuerde en la historia contemporánea».
Estas definiciones son muy importantes, pero también lo es el hecho que rompe los ojos: la izquierda, en Uruguay y en el mundo, debe asumir el desafío de plantearse un modelo social superador del capitalismo y discutirlo. Si no lo hace, seguiremos presos de esta lógica del sistema y llegaremos a un callejón sin salida.
Nadie plantea que eso deba cumplirse en su totalidad en este gobierno, ni sugiere que sea sencillo; pero es imprescindible para construir una alternativa real.

La derecha sin ideas

La derecha uruguaya, los principales referentes empresariales, los analistas y opinólogos económicos, los principales dirigentes políticos blancos y colorados o se llaman a silencio… o piden que se implemente lo mismo que están haciendo en Europa y EEUU.
Son tan dependientes de los centros mundiales de poder que no tienen ninguna propuesta alternativa. Repiten con convicción casi religiosa las recetas de siempre: caída de los convenios colectivos, recorte de los salarios, de la inversión pública  y de lo que llaman «el gasto social». Asimismo rebaja de impuestos a los que más tienen.
No dicen que si en 2008 hubieran estado en el gobierno habrían hecho lo mismo de siempre y Uruguay hoy estaría otra vez hundido.
Si Uruguay sorteó en 2008 y 2009 la crisis internacional sin impactos graves y no entró en recesión; si hoy, que se vive un nuevo recrudecimiento de la crisis del capitalismo mundial, que es ya económica y no financiera, que no encuentra mecanismos para asegurar la reproducción del capital y su tasa de ganancia, sale mejor parado, es porque el Frente Amplio está en el gobierno.
Si la derecha, esa que quiere bajar la imputabilidad de los menores, esa que quiere mantener la impunidad de los violadores de DDHH, estuviera en el gobierno, el resultado sería conocido: otro 2002.
No entienden lo que pasa, están desorientados y no se hacen cargo de que es su modelo, las políticas que ellos apoyan, lo que está en crisis. Ante tal desorientación, que expresa su incapacidad para conducir la sociedad y su falta de proyecto, cabe responder con la frase de Clinton, que otrora ellos consideraron genial, pero modificada: «Es el capitalismo, estúpidos».

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2 comentarios :

  1. Solo queda una revuelta dentro de los EEUU, un golpe de Estado dado por sectores progresistas, el autoatentado del 11/9 fue para girar dinero a la ultra derecha y refinanciar el aparato armado, porque se la ven venir, va a ver una revuelta en cualquier momento.

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  2. Cuanto más unidos en fuerza política los Latinos Americanos, la mente clara en los objetivos de nuestra izquierda, ya vemos Aplastar el Sistema Capitalista. Sin duda como dice nuestro Presidente, fortaleciendo si los programas sociales, no afectar la economía de los trabajadores, sin entrar en juegos financieros con EEUU, mantener la libertad, nuestra entrega como fuerza popular, conservaremos la igualdad y el equilibrio económico, de los Uruguayos.Saldremos Fortalecidos.

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