Juan Castillo, los trabajadores y el FA
Quedan 16 días para las elecciones internas del Frente Amplio. La campaña ha cobrado intensidad, a grandes rasgos ha sido unitaria y buscando aportar sin falsas polarizaciones. Eso es muy bueno porque lo que importa es el 28 mayo, como el general Líber Seregni decía, hay que pensar siempre en el día después.
En ese marco unitario, cada candidato a la presidencia y cada sector político intentan marcar sus aportes al FA. En esta oportunidad queremos reafirmar un aporte de la candidatura de Juan Castillo: la convocatoria a participar en la vida política del FA a los trabajadores.
El papel de los trabajadores en el proceso de unidad popular, incluida la unidad de la izquierda y el nacimiento del FA, están fuera de discusión, aunque nunca está de más recordarlo.
El aporte fue sustantivo en militancia, en aporte programático, en inserción popular y en práctica unitaria. Y para ser justos, hay que cambiar el tiempo verbal y
decir que es y será decisivo en todos esos planos.
El FA surge socialmente de la unidad en la lucha de los trabajadores y las capas medias, sobre todo estudiantiles, intelectuales y profesionales. Unidad que se expresó en el Congreso del Pueblo y su programa y en la realidad unitaria de la CNT. Pero también fue significativo el aporte político de los partidos históricos de la izquierda uruguaya de profunda raigambre obrera.
El FA durante toda su historia, pasada y presente, se nutrió de cuadros sindicales y de trabajadores. Se debe nombrar a José D´Elia, Julia Arévalo, Julio Castro. A Enrique Rodríguez, Héctor Rodríguez, Gerardo Cuesta, Wladimir Turiansky, Hugo Cores, de destacada actuación política y parlamentaria. Luego de la dictadura y en la salida democrática: Andrés Toriani, Juan Pedro Ciganda, Thelman Borges, Susana Dalmás, Nora Castro, Ivone Pasada, Pedro Balbi, Luis Puig, Oscar Groba, Gustavo Bernini, José Blasina. En cargos de gobierno: Marina Arismendi, Daniel Martínez, Victor Rosi, María Julia Muñoz, Reinaldo Gargano, Ernesto Murro, Enrique Pintado, Eduardo Pereira, Gerardo Rey, German Riet, Juan Gómez, Oscar Gómez, Oscar de los Santos. Por nombrar solo algunas y algunos y seguramente tengamos olvidos.
El FA es una organización política de izquierda, policlasista y sigue expresando socialmente, como corazón de la unidad, la confluencia de trabajadores y capas medias, intelectuales y profesionales y en los últimos tiempos también, de productores, pequeños empresarios, cooperativistas y población marginada de los barrios más humildes.
La riqueza y la potencialidad política del FA es sintetizar todo eso, todo es importante. Pero siendo cierto esto, también lo es, que es decisivo el papel social y político de los trabajadores.
El movimiento sindical uruguayo ha crecido más que nunca en su historia, supera los 300 mil afiliados, ha adquirido una amplitud también inédita, abarcando desde obreros fabriles, a profesionales, maestros, bancarios, comercio, rurales, domésticas y hasta policías y empresas de seguridad.
Los trabajadores han adquirido en la lucha en los Consejos de Salario conciencia del valor de su organización sindical. En el plano político mayoritariamente se expresan en las elecciones nacionales por el FA. Pero con eso no alcanza. Se necesita que asuman que tienen que participar activamente en la vida del FA, en sus organismos a todos los niveles, en sus discusiones, con su visión, con sus prioridades y con su capacidad de organización y movilización.
Lograr esto es tarea de los trabajadores y también del FA. Hay que innovar en las formas de organización de base del FA y en sus direcciones intermedias y en la nacional para promover y facilitar la participación de los trabajadores.
No es tarea de un candidato ni de un sector, es de todo el FA, para consolidar y defender lo hecho y para hacer todo lo que falta. Para impulsar la gestión de gobierno, pero sobre todo, para hacer política y confrontar todos los días y entre la gente, con el proyecto de país de la derecha.
El movimiento sindical uruguayo actual, además, ha renovado su dirección, son cuadros más jóvenes y expresan una masa militante más joven también. Hasta en eso pueden y deben aportar al FA y a su necesaria renovación y generación de relevos a todo nivel.
Por eso la presencia de Juan Castillo en la puerta de las fábricas, en los centros de trabajo de Montevideo y del interior del país llevando el FA hacia los trabajadores y a la vez convocando a los trabajadores a que se integren al FA, es, en nuestra modesta opinión, un gran aporte, a la campaña y al futuro.
Un primer desafío es lograr que se motiven y vayan a votar y un segundo desafío que se integren a la militancia cotidiana del FA. Pero para lograr eso hay que convocarlos y motivarlos, hay que generales espacios atractivos, hay que abrirles cauces para sus reivindicaciones y su lucha en la fuerza política.
Lo decimos una vez más, el FA es y será una fuerza policlasista, que expresa esencialmente la unidad de los trabajadores y las capas medias, de la ciudad y del campo. Nadie discute eso. Pero en esa realidad el peso de los trabajadores y su aporte fueron, son y serán decisivos. Pero no nace por generación espontánea, ni alcanza con un buen gobierno para que se concrete.
Exige trabajo político, presencia y capacidad de convocatoria. Juan Castillo y su campaña apuestan a ello. Es un desafío central para el futuro pero empieza ahora.
En respaldo a Mirtha Guianze
El martes se eligió el Consejo Directivo de la Institución Nacional de DDHH y Defensoría del Pueblo. Fueron electos cinco miembros calificados y con idoneidad.El Frente Amplio votó a los cinco: Juan Raúl Ferreira, Ariela Peralta, Juan Faropa, Mariana González y Mirtha Guianze.
Esta última, Mirtha Guianze, es una fiscal de destacadísima actuación en investigaciones claves por violaciones a DDHH durante la dictadura. Acusadora y recolectora de pruebas que permitieron la condena de los más emblemáticos represores militares y civiles. Es además pionera en defender el criterio que los crímenes del terrorismo de Estado son de lesa humanidad y no prescriben.
Mirtha Guianze tiene todas las credenciales y el respaldo, profesional y humano, para integrar a la INDDHH, sin embargo no tuvo un solo voto de la derecha.
La campaña en su contra, sobre todo en los medios, demuestra cuan profundo ha calado en la derecha la cultura de la impunidad y como no le perdonan su dignidad y firmeza.
Como no pudieron impedir su nombramiento ahora inventan una peregrina teoría de la falta de legitimidad porque solo tuvo el respaldo del Frente Amplio.
En primer lugar Guianze tuvo los votos requeridos por la ley. En segundo lugar Guianze tiene el aval y el respaldo, además del político, de Madres y Familiares de Desaparecidos, del PIT-CNT, de la FEUU, de Crysol, de Hijos y de una larga lista de organizaciones sociales.
La derecha no tiene poder de veto y a pesar de ella la institucionalidad de DDHH avanza, por la fuerza de la izquierda, por la lucha de las organizaciones sociales y por la perseverancia, valentía y coraje ciudadano de mujeres como Mirtha Guianze.
Acierto presidencial
El presidente de la República, José Mujica, recibió a Olga Salanueva, esposa de René González, uno de los cinco luchadores antiterroristas cubanos injustamente presos en EEUU desde hace más de 13 años.Desde estas páginas hemos señalado, con fraternidad pero sin ocultar nada, otras manifestaciones de Mujica que no compartíamos con respecto a Cuba.
Con la misma fraternidad y sin que nos pesen prendas aplaudimos hoy el gesto personal y político del presidente de la República.
Olga también fue recibida por el canciller Luis Almagro y se reunió con el PIT-CNT, en el 1º de mayo leyó una carta de los 5 compañeros presos a los trabajadores uruguayos, con la Mesa Política del Frente Amplio y la Comisión de Relaciones y Asuntos Internacionales de la coalición de izquierda. También visitó varios sindicatos, Coordinadoras y Comité de Base frenteamplistas. Expuso la situación de su esposo y de sus cuatro compañeros en varios departamentos del interior y fue recibida por los intendentes de Montevideo, Ana Olivera, de Maldonado, Oscar de los Santos y de Rocha, Artigas Barrios.
La solidaridad con los cinco luchadores antiterroristas cubanos presos en condiciones intolerables en EEUU es para EL POPULAR un tema de principios. El pueblo cubano fue solidario con todas y todos los compañeros presos en la dictadura de mil maneras. La solidaridad no se agradece, se retribuye y esta visita de Olga Salanueva y los apoyos recibidos son una señal humana y política que se debe destacar.
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