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Nuestra visión y análisis de la situación en el marco de los que llamamos la contradicción principal de esta coyuntura: entre país productivo con justicia social y profundización democrática, o más dependencia, nos lleva a plantear 11 propuestas para profundizar los cambios necesarios.

1) En primer lugar: más crecimiento del Uruguay.
Para ello proponemos un cambio en la matriz productiva, a través de la promoción de un proceso de industrialización avanzada. Esto implica en primerísimo lugar, un plan de desarrollo industrial que ubique al Estado en las principales cadenas productivas.
Los comunistas consideramos que una política de desarrollo de largo plazo del país no puede asentarse en el alza del precio de las materias primas o comodities, fenómeno del corto plazo, inherentemente inestable e impredecible.
Necesitamos avanzar hacia un nuevo modo de acumulación y nuevas formas de insertarnos en los mercados externos. De ahí nuestras propuestas vinculadas a la aprobación de un frigorífico multimodal, crear una flota pesquera y una industria naviera nacional. Seguir potenciando al máximo el papel de las empresas públicas, de impulso a la investigación científica y tecnológica. Todo ello al mismo tiempo que seguimos impulsando los procesos de integración productiva a escala regional.

2) En segundo lugar: para nosotros es clave repartir y redistribuir mejor la riqueza. Que se concrete aquello de que paguen más los que más tienen. Aquí señalamos nuestro apoyo al impuesto a las extensiones superiores a las 2.000 hectáreas. Pero igualmente seguimos sosteniendo la necesidad de que los sectores con ganancias extraordinarias ayuden a financiar los procesos de desarrollo industrial y científico tecnológico que requiere el país, mediante retracciones o retenciones. Igualmente, proponemos que se establezcan límites a la propiedad de extranjeros sobre la tierra, tanto en las áreas de frontera, como en el conjunto del territorio nacional. Esto se relaciona con cuestiones de soberanía nacional y con cuestiones de soberanía alimentaria, tan estratégicas hoy en este mundo en el que vivimos.
Saludamos los cambios en el IRPF, pero consideramos que deben acentuarse aquellos que permitan avanzar hacia un sistema sintético y no dual, concretando como decíamos antes, la máxima «que paguen más los que más tienen» y no solo los que más ganan. También consideramos necesario avanzar hacia salarios y jubilaciones con un piso de 15.000 pesos, una cifra que siendo todavía insuficiente, permitirá acercarnos al horizonte de la canasta familiar, que por algo existe. En este plano distributivo, consideramos que se puede concretar el aumento para los jubilados, comenzando por un cuarto para los que cobran menos de media canasta básica. Otras medidas en este plano refieren también a la rebaja de la canasta básica y al incremento de las asignaciones familiares. Además de otras medidas vinculadas a la pobreza e indigencia, como la ya adoptada respecto a la disminución del IVA que por supuesto compartimos y apoyamos.

3) En tercer lugar: Más democracia.
El proyecto del Frente Amplio solo podrá concretarse si las grandes mayorías organizadas participan y se involucran en los cambios que ellas mismas elaboran y defienden. Por eso nuestro apoyo a la representación de los trabajadores y usuarios en los distintos ámbitos del aparato del Estado.
Igualmente, el máximo respeto a los mecanismos de negociación colectiva, uno de los principales logros en lo jurídico que debemos concretar y desarrollar en todos los lugares posibles. Aquí subrayamos la necesidad de ese máximo respeto a los mecanismos de negociación colectiva, comenzando por supuesto por nosotros mismos.
Por otra parte apoyamos la realización del Congreso de las Educación, tal como marca la ley que hoy nos rige, para debatir allí democráticamente todas las cuestiones vinculadas a este trascendental tema. No apoyamos otros ámbitos que se quieren establecer para evitar lo que nosotros consideramos esencial, que es la participación democrática y organizada de nuestro pueblo en los debates de aquellas cosas que son básicas para su vida.
En este mismo plano de más democracia, los comunistas manifestamos nuestro rechazo a cualquier forma de falsa discriminación que pueda anidar y desarrollarse en nuestra sociedad

4) En cuarto lugar: los comunistas apoyamos la realización de una Convención Nacional Constituyente. Creemos que ella deberá alumbrarse en medio de un proceso de lucha y debate programático que plasmará los cambios en la superestructura jurídico-política, tan necesarios a los efectos de los avances en la estructura económico social. Este objetivo, es impulsado también por el PIT CNT y otras fuerzas sociales y está planteado en el programa del FA. Desde nuestro punto de vista puede convertirse en un momento de síntesis política e inflexión. Habrá un antes y un después de una tal Convención Nacional Constituyente. Con ella nacerá una nueva correlación de las fuerzas sociales y políticas, se producirá una expansión de los derechos de nuestro pueblo, un conjunto de nuevas instituciones económicas para impulsar la industrialización avanzada, con el Estado como locomotora del desarrollo integral de la nación; una gravitación superior de la clase obrera organizada en toda la escena nacional. Una sociedad democratizada y una superestructura adecuada y funcional, en particular en lo referente a la  institucionalidad del Estado.
Adecuada y funcional, repetimos, al proyecto del bloque alternativo democrático avanzado.

5) En quinto lugar: en materia de verdad, de justicia y memoria, no cabe otra cosa que ratificar nuestra postura de no más impunidad en nuestro país. No más una ley que hiere de muerte al orden jurídico nacional, pero más que al orden jurídico nacional,  hiere de muerte a lo que somos como país y como nación. Sinceramente esa impunidad trae al Uruguay las peores consecuencias para el conjunto de la nación, incluidas las propias fuerzas armadas, donde seguirán mezcladas la paja y el trigo.
En lo inmediato, es fundamental evitar la prescripción de los delitos de lesa humanidad, hoy tipificados como homicidios especialmente agravados.
Por eso la importancia de lo que transmitía nuestro querido presidente  del FA, acerca del acuerdo sustancial de las fuerzas políticas frenteamplistas para lograr que esto no ocurra y que efectivamente en nuestro país no puedan prescribir los crímenes de lesa humanidad, sino que además se puedan seguir denunciando todos aquellos crímenes que han sido cometidos contra los luchadores uruguayos, contra nuestro pueblo, contra nuestra democracia. En ese sentido, también nos parece necesario conectar la lucha
contra el Plan Cóndor, un plan que relacionó a las fuerzas fascistas del cono sur y que solo será definitivamente derrotado, en la medida en que se le combata a escala de los distintos gobiernos, sumados a las organizaciones de DDHH, estableciendo una red de comunicación y un archivo central público del MERCOSUR. Igualmente, es necesario seguir avanzando en el derecho de las víctimas, en la investigación del paradero de los desaparecidos, así como en la intención del estudio de los derechos humanos en la educación uruguaya en todos sus niveles y la instrumentación de tribunales de derechos humanos en la justicia nacional.

6) En Sexto lugar: ampliar y profundizar los derechos sociales.
Se trata de salud, educación, vivienda, del llamado consumo de desarrollo, que deben verse relacionados íntimamente entre si. Por supuesto que también con el trabajo y los ingresos que de él se generan. Además, todos estos: consumo de desarrollo, salud, educación y vivienda son creadores de mercado interior, ese mercado interior que reputamos tan importante para enfrentar cualquier cimbronazo provocado por la crisis de los mercados externos, por la crisis de los mercados de exportación.
En materia de vivienda: más y mejor Plan Juntos. Estamos aprobándolo definitivamente esta semana que entra. Más recursos, pero también mejor ejecución, dos cosas que están interrelacionadas.
Igualmente, el apoyo a la integración de todos los planes que están en curso, el de las cooperativas de trabajadores del PIT CNT que han llegado a todo el país, a miles de familias obreras que por primera vez tienen en el horizonte la posibilidad de acceder a ese derecho tan básico, tan fundamental, que es la vivienda. También por supuesto los mecanismos clásicos de la FUCVAM, que nos han permitido distinguirnos en América Latina toda con planes que en otros países se han copiado, en el buen sentido de la palabra. Así como los planes potenciados a través del Ministerio de Vivienda y del Banco Hipotecario del Uruguay.
La educación, ¿quién no piensa en este país que es estratégica? Se ha avanzado en este plano, pero mucho falta por concretar. Volvemos a repetir que hoy, todavía con un 39 % de niños y jóvenes en la pobreza se viven los coletazos de la crisis del 2002, y su infantilización criminal de la pobreza.
Avanzar en solucionar el salario de los maestros al inicio, la precariedad de los auxiliares de servicio, en el multiempleo de los docentes de secundaria y también de primaria, los retrasos en infraestructura, son las necesidades principales que visualizamos. Pero al mismo tiempo, por supuesto, defender la autonomía, defender el cogobierno y el presupuesto necesario para la educación siempre serán una meta de los comunistas uruguayos.
Sobre la salud, podemos decir que la Reforma de la Salud ha sido y es una de las principales trasformaciones en curso, sorteados sus avances en medio de provocaciones, de actores con intereses que se sienten lastimados y que recurren a distintos mecanismos para oponerse a su avance y consolidación. Nosotros pensamos que el mejor camino de consolidarla es seguir profundizando los cambios y abarcando como lo estamos haciendo, abarcando más y más capas de la población, que en última instancia son las que más y mejor van a defender este proyecto trascendental.
Los desafíos sin dudas provienen de nuestra propia capacidad de gestión, y de los obstáculos, que siempre no nos engañemos, opondrán los poderosos intereses que lucran en este ámbito.
En lo referente a seguridad, nosotros reafirmamos su relación con las condiciones de vida de nuestro pueblo. Es así como empezamos y terminamos de ver la seguridad, en vinculación con los principales elementos de la vida de nuestro pueblo. Entonces, combatir la exclusión social, disminuir la pobreza y la indigencia, aumentar el trabajo digno en sus condiciones, solucionar los problemas de vivienda y educación para los comunistas uruguayos son las rutas principales.
Por lo tanto con firmeza y con argumentos: NO a la demagógica baja de la edad de imputabilidad de nuestros jóvenes, NO a la criminalización de nuestros jóvenes, NO a la criminalización de la pobreza.
Sin duda alguna que en este sentido esperamos mucho del Plan Juntos, mucho esperamos del abordaje múltiple desde todos los ángulos de los problemas de nuestra gente.
Pero tampoco decimos que en materia de seguridad no haya que reprimir. Al contrario, hay que reprimir con fuerza, sobre todo al delito organizado que tiene condiciones aquí en Uruguay, pero también en el extranjero. Estos son elementos centrales y esto hay que hacerlo, pensamos, con aparatos técnicos potentes y adecuados.
Pero al mismo tiempo, hay un elemento que queremos incorporar como comunistas al tema de la lucha por la seguridad y es la participación ciudadana. Siempre creímos que la participación de nuestra gente en los barrios, en los lugares claves, es un elemento democrático, pero al mismo tiempo esencial y práctico para ir resolviendo esos temas, ahí pensamos que están los principales desafíos en materia de seguridad ciudadana.

7) En séptimo lugar, planteamos ampliar y profundizar los derechos de los trabajadores. Esto es fundamental en el camino de profundizar la democracia. De ahí entonces, la necesidad de respetar en cada instancia, sea pública o privada, la negociación colectiva. Igualmente nuestra defensa e impulso a la participación de los trabajadores organizados en las grandes decisiones, en aquellos temas que hacen a los nudos estratégicos de definición, en nuestro país.

8) En octavo lugar, el impulso a la integración en todos sus aspectos. Reafirmamos nuestra posición antimperialista, contra ese imperialismo que si no te invade, te promueve golpes de Estado, intenta dividirte, aplicando aquella máxima de divide y reinarás. Al mismo tiempo, apoyamos los procesos de integración en curso, básicamente la UNASUR y las iniciativas que contemplan un blindaje financiero frente a la crisis del capitalismo. Pero los comunistas bregamos por avances sustanciales en la integración productiva, en la integración científico-tecnológica, en las áreas de la salud y la educación. Sobre todo, seremos siempre, impulsores de la participación organizada de los pueblos en los procesos de integración, que es desde nuestro ángulo, la principal garantía de su consolidación y avance.

9) En noveno lugar, en relación a nuestro gobierno: el reiterado apoyo a todo aquello que signifique la aplicación del programa colectivamente elaborado. Ahí siempre hemos estado y siempre estaremos, sin vacilaciones junto al gobierno del FA y a quién lo encabeza, nuestro presidente, José Pepe Mujica.
En todo aquello que sean nuevos problemas a resolver, que no estaban previstos, en caso de que existan matices, lo más correcto es ir a la fuerza política para discutir allí democráticamente los pasos a seguir.

10) En décimo lugar, planteamos la necesidad de recomponer el bloque político y social de los cambios. Hasta donde estamos hoy nos trajo la unidad construida del pueblo uruguayo. Pero en los tiempos que vienen, nada debemos esperar sino de nosotros mismos, al decir artiguista.
Por eso, con centro en los trabajadores organizados, debemos restableces los lazos con las capas medias, con los jóvenes, con los trabajadores del ayer, con los sectores empobrecidos de nuestra sociedad. Este es el camino que no disminuye para nada el papel de los dirigentes, sino que lo ubica al servicio de la construcción y el fortalecimiento de ese gran bloque político y social para avanzar en democracia.
En los últimos sucesos, sin duda alguna, que todos nos sentimos conmovidos y sorprendidos y por eso más que nunca, nada debemos esperar sino de nosotros mismos.

11) Por último, los comunistas decimos: el FA a la ofensiva, de cara al pueblo, para construir una sociedad más justa, más participativa, más democrática.
Proponemos la aplicación del programa en todos los ámbitos donde actuamos los frenteamplistas. Estrechar por todos los medios los vínculos con la sociedad. Promovemos más democracia en la vida interna del FA, para lo cual pensamos, se requiere medios para levantar la estructura organizativa del FA.
Elecciones internas todos los años, uso del plebiscito interno para resolver los grandes temas y creación de Comités virtuales, con adherentes y reunión presencial mensual para adoptar decisiones.

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